El juicio seguido contra los hermanos Adrián Guillermo Saavedra y Carlos Damián Saavedra, imputados por el homicidio de Jimena Beatriz Salas, prosiguió hoy con la declaración de profesionales e investigadores del CIF.
El testigo que en 2017 revistaba en la División Homicidios, señaló que luego de analizar los elementos reunidos en la causa, en un primer momento se plantearon dos hipótesis: la perpetración consumada por una o varias personas conocidas de la víctima o el robo frustrado.
La segunda teoría se fue afianzando a partir de los testimonios de diferentes vecinas.
Una de ellas refirió haber visto a un muchacho con un perro. Le dijo que la mascota estaba perdida y le propuso con insistencia que se la quedara. Ella se negó. En ese momento, la mujer estaba junto a sus hijos pequeños y se encontraba embarazada. Describió al sujeto como delgado, de tez blanca, cordial, sin barba, vestía camisa clara y pantalón oscuro. La testigo aportó que en las inmediaciones había visto un vehículo semejante a un Volkswagen Vento color marrón.
Otra vecina contó que el día del hecho, al mediodía, iba en el auto de una amiga y al pasar frente a la casa de Jimena Salas vio descender a un sujeto de un vehículo pequeño, color oscuro. Vestía una camisa roja a cuadros y llevaba un perro caniche.
El investigador también hizo referencia a una vecina que cuatro días antes del hecho también había interactuado con un hombre que se había acercado a la vivienda que ella estaba cuidando, en Vaqueros. Antes, el muchacho había hablado con su mamá, que se encontraba fumando en un balcón. El sujeto llevaba un perro caniche toy gris y les preguntó si no era de ellas. En este caso, fue la mujer quien le propuso al joven que le dejara el perrito a su cuidado pero él descartó la idea.
Finalmente, repasó el testimonio de una cuarta vecina que pasó por una situación similar. El hombre con el perro se le acercó cuando estaba abriendo el portón de su casa y le contó la historia de la mascota perdida. La mujer le dijo que no era de ella y que no podía quedársela porque tenía dos perros grandes que podían matarla. Adentro del predio de esta vecina solía haber varios autos estacionados, de su esposo e hijos.
El investigador concluyó que, evidentemente, el sujeto insistió en dejar el perro en la casa de la mujer embarazada que se encontraba sola con sus hijos menores porque era una víctima vulnerable. En cambio, desistió de avanzar con el plan en los domicilios donde vio a dos personas adultas o donde supuso que podía haber más gente adentro.
El efectivo también se refirió a las fotografías recuperadas de los restos del celular de Jimena Salas. Indicó que las imágenes se conocieron ocho meses después del homicidio, luego de una intensa búsqueda para dar con profesionales que contaran con la tecnología para extraer la información.
También habló del llavero de Gimnasia y Tiro identificado en esas fotos. Dijo que se rastreó esta pista y se ubicó a la fabricante, una mujer que había comercializado entre 25 y 30 llaveros con ese motivo a través de Facebook.
Otro de los testigos citados a declarar hoy fue un efectivo de la UGAP que participó en el allanamiento realizado en septiembre de 2022 en el domicilio de la expareja de Javier Saavedra. Indicó que en el lugar se secuestraron dos notebook, un modem, ocho celulares, una tablet y una chapa identificatoria de mascota. Posteriormente, la joven aportó espontáneamente seis collares y dos correas.
Durante la jornada también declaró una profesional del Servicio de Biología Forense que tuvo a su cargo el análisis de muestras (pelos y cabellos) encontradas en el lugar del hecho y en vehículos secuestrados en el marco de la causa. Aclaró que se hicieron cotejos con otras personas (vinculadas a la investigación en una primera etapa) pero no con los hermanos Saavedra.
Otro de los testigos (UGAP) refirió que en septiembre de 2022 intervino en un allanamiento realizado en barrio Tres Cerritos, en la casa de uno de los imputados. Sostuvo que entre los elementos secuestrados figuraban dos cargadores de pistola 9 milímetros y un automóvil Volkswagen Vento color marrón con vidrios polarizados.
También declaró un comisario que en 2017 realizó la inspección ocular del automóvil perteneciente al viudo de la víctima, un Toyota Corolla. Dijo que también había entrevistado a familiares y amigos de Salas y que había coincidencia entre ellos en que la damnificada solía ser muy cuidadosa con el tema de la seguridad y tomaba recaudos a la hora de recibir gente en su casa.
El juicio se desarrolla con tribunal colegiado integrado por los jueces José Luis Riera (presidente), Mónica Faber y Maximiliano Troyano (vocales). Por el Ministerio Público interviene una unidad fiscal conformada por los fiscales Mónica Poma, Gabriel González y Leandro Flores. La defensa de los imputados está a cargo de Marcelo Arancibia. Como querellante, en representación de la familia de la víctima, interviene Pedro Javier Arancibia.
El hecho que se juzga en esta instancia ocurrió el 27 de enero de 2017 en barrio San Nicolás de la localidad de Vaqueros.