Lo dijo la convencional constituyente de La Libertad Avanza, Estela Méndez, quien denunció al concejal Pablo López, tras los constantes hostigamientos, violencia y humillaciones que padeció a manos del expulsado edil del Concejo capitalino y ahora investigado por la Fiscalía de Violencia de Género. Méndez contó que su padre fue quien la alentó a hacer la denuncia porque el sufrimiento era insoportable.
La victima de Pablo López, en dialogo con Daniel Murillo, relató el padecimiento que sufrió mientras duró su tortuosa relación con el ahora imputado por la fiscalía que lo investiga en una causa penal que incluso podría llevarlo a la cárcel. En ese contexto aparece involucrada la diputada nacional del espacio de López, quien llevó al irascible ex libertario a las filas del espacio político de Milei en Salta.
Según relató Estela Méndez en CADENA INFINITO, ella intentó hablar con Emilia Orozco y dijo que ella la frenó diciéndole que “había que cuidar a Pablo López porque tenía una carrera exitosa”. Por cierto “carrera exitosa” que terminó en la Justicia penal con este sujeto apartado incluso de su función como docente por la ministra de Educación de la provincia.
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La joven que es flamante convencional municipal relató cómo, desde el partido, le soltaron la mano desde el primer momento. Méndez contó que su padre fue quien la alentó a hacer la denuncia porque el sufrimiento era insoportable.
A nivel político, la joven contó que meses atrás trató de hablar con la diputada Orozco, porque Pablo López la amenazaba con contarle a la legisladora que ella no trabajaba bien y que la haría echar. Cansada de estas amenazas, decidió hablar con Orozco, pero para su frustración y lejos de recibir el apoyo de otra mujer, fue ignorada totalmente, lo que convierte la situación es más humillante aun.
“Me sentí dolida, muy mal, porque yo quise manifestar esto cuando la encaré, pero no me permitió. Nunca me preguntó ni se acercó para decirme ‘quiero escuchar tu versión’”, relató.
Las fantasías sexuales perturbadoras de López
En otro tramo de la reveladora entrevista la victima brindó detalles inquietantes de López, quien dijo que “tenía fantasías sexuales de verla con otra persona”.
Esta perturbadora característica de López incluso pone en tela de juicio al mismo Concejo deliberante en cuanto a la salud mental y psicológica de sus miembros. El examen psicofísico laboral evalúa la aptitud de un individuo para un puesto de trabajo específico, en este caso para desempeñar un cargo público como el que ocupó López hasta que lo echaron.
La pregunta que queda flotando en el aire es si López pasó los test psicológicos a los que deben someterse todos los aspirantes a un puesto laboral en la función pública. Este examen puede incluir evaluaciones médicas y psicológicas, así como exámenes complementarios según sea necesario. Evidentemente López no pasaría ni una de estas pruebas.
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La denunciante lo acusó de crear cuentas falsas con sus datos y su nombre para acordar encuentros sexuales. Además relató cómo López había organizado un encuentro con un hombre durante unas vacaciones en Brasil. Ante la consulta de Murillo sobre si se sintió violada, respondió afirmativamente.
En tanto la realidad de Estela Méndez ante semejante pesadilla dista mucho de recibir una contención por parte de sus pares y por el sufrimiento padecido; sino que contrariamente al sentido común, es víctima del silencio de sus compañeros como un escarmiento por haber denunciado al que fuera el concejal más votado de la capital; y ahora por obra y gracia de su denuncia podría enfrentar graves cargos en la Justicia, sin contar con la catástrofe política que cayó como una bomba dentro de La Libertad Avanza en Salta.
