La magistrada rechazó las acusaciones en su contra por participar de un supuesto documental sobre el proceso. Su descargo se basó en victimizarse y se quejó de un “escarnio social”. El delirante material reveló que el documental se iba a titular “Justicia divina”, donde obviamente ella era la figura excluyente y el juicio del astro argentino una mera excusa para mostrar a esta auténtica megalómana.
Un nivel de frivolidad estremecedor, un verdadero escándalo rodea al juicio por la muerte del mejor futbolista de todos los tiempos y obedece a que a una de las juezas del tribunal no se le ocurrió mejor idea que filmar un documental titulado “Justicia divina”, con ella como protagonista excluyente. Se trata de Julieta Makintach, conocida en el ambiente judicial como “la jueza hot”, por sus exuberantes imágenes en sus cuentas de redes sociales.
Hace unos días el papelón tomó escalada mundial cuando se supo que tres personas desde el público la filmaban a ella durante las audiencias con la inconfesa idea de agregar esas imágenes a un documental, el cual también contaba con secuencias de la jueza en su despacho y caminando hacia tribunales.
Así las cosas, las partes tomaron intervención y pidieron que la magistrada se apartara, a lo que la curvilínea mujer se negó. En ese punto la 20ª audiencia del juicio por la muerte de Maradona comenzó cerca de las 11 de este martes en un clima de máxima tensión por el escándalo que envuelve a la jueza, quien está siendo investigada por realizar el mencionado documental sin autorización de las partes. Este fin de semana se conocieron las imágenes de dicho film.
Entre tanto la indignación de las partes fue evidente cuando la cuestionada jueza comenzó la jornada con un largo descargo, donde adelantó que no se va a apartar del juicio porque no cometió ningún delito. “Yo no me voy a apartar, no voy a dar lugar a la nulidad de este debate porque no lo merece”, aseveró la jueza, quien apuntó contra una “una gran operación mediática” en su contra.

“Justicia divina”
“Buenos días a todos. Solicité al presidente del tribunal la palabra porque les había anticipado al cierre de la jornada anterior que, ante la existencia de esta denuncia, yo iba a ver de qué se trataba y ver si había serias valederas y serias para que yo me apartara de este debate”, comenzó diciendo Makintach.
“No veo hechos precisos, claros, potencialmente ilícitos, penalmente relevante, del cual yo pueda darle alguna explicación. No hay sospecha ninguna de falta de neutralidad”.
Por su parte Makintach explicó que lo único que hizo fue darle una entrevista a una amiga de su infancia hablando de la Justicia. “Ese material era crudo, era íntimo. Fue un domingo a las 5 de la tarde. ¿Eso le da el mote de prohibido, oculto, ilícito?“, dijo explicando los videos de las cámaras que la registraron ingresar al palacio de calle Ituzaingó el domingo previo al inicio del debate. Resultó que la jueza no había pedido autorización para ingresar, aunque debía haberlo hecho.
“No he logrado todavía formar convicción, recién inició este debate, falta un montón. Ni mi almohada sabe qué voy a decidir, mi conciencia tampoco. Estoy esperando prueba para formar convicción”, indicó.
“Me es importante decir que no hay sospecha de ninguna de falta de neutralidad. Yo lamento de verdad todo este tiempo, si fue necesario por su paz esta interrupción del debate, ojalá podamos continuar”.
El delirante material reveló que el documental se iba a titular “Justicia divina”, donde obviamente ella era la figura excluyente y el juicio del astro argentino una mera excusa para mostrar a esta auténtica megalómana.
La investigación
La Justicia de San Isidro encontró una serie de imágenes y videos de alta calidad que probarían la relación de la magistrada con un supuesto documental del juicio por la muerte de Maradona, el cual se estaría realizando en el Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro. Y sin el consentimiento de las partes.
A raíz de esto, se inició una causa penal paralela donde se investiga a cuatro personas que habrían estado en las audiencias. Tres de ellos fueron identificados. El expediente es llevado a cabo por los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo.
Luego del descargo de Makintach, los jueces Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso se despegaron del escándalo. “Esto fue un reality, señores jueces. Makintach ofició de actriz, no de jueza”, apuntó el fiscal Patricio Ferrari, a cargo de la acusación pública contra la jueza, al referirse a la polémica.