FRANCO COLAPINTO CUMPLIÓ Y LLEGÓ EN EL PUESTO 13

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Lando Norris se llevó la victoria en el Gran Premio de Mónaco luego de una carrera que tuvo varias estrategias para afrontar la nueva reglamentación de dos paradas obligatorias y en la que el argentino tuvo una buena actuación, tras largar 18º y finalizar 13º. Su compañero debió abandonar.

Aunque la novedosa determinación de la FIA dio pie a trabajos en equipo para fortalecer posiciones, algunos pilotos se quejaron de que sigue tratándose de una competencia “aburrida” y dieron rienda suelta a graciosas declaraciones.

Mientras Franco desde el fondo sufrió con un tráfico intenso, a sabiendas que el más mínimo roce con las paredes podrían haberlo dejado afuera de la carrera. En cuanto a su compañero, Pierre Gasly, se quedó afuera tras un fuerte golpe contra el auto del japonés Yuki Tsunoda que destrozó el A525.

A pesar de la nueva reglamentación todo terminó como largó. Norris compartió el podio con Charles Leclerc, segundo, y con Oscar Piastri, su compañero de McLaren. Los esfuerzos de la FIA por darle una injerencia en el entretenimiento fue obligar a los pilotos a ir a dos paradas, con la intención de que el público pudiera ver algo más de entretenimiento y que las estrategias sean parte del juego, pero al final eso jugó en detrimento de la voluntad de pilotos. Algunos como Verstappen dejaron la segunda parada para la última vuelta y aun así la estratagema no le dio buenos resultados.

En cuanto a Franco, cumplió. Con un auto que no está a la altura ni siquiera para mitad de parrilla, pudo mantenerse en pista y llegar intacto. El piloto argentino logró una gran experiencia, ya que fue su primera vez en Mónaco, un circuito absolutamente imprevisible donde cualquier cosa puede pasar y donde los sobrepasos son prácticamente inexistentes. Más aun desde los últimos años en los que los autos son cada vez más grandes y en esas calles del principado es muy fácil colisionar y perder todo un fin de semana de trabajo.