Lo dijo Gustavo Farquharson, quien resultó reelecto como concejal en la capital salteña. El funcionario es reconocido como una de las figuras que no reniega ni de su pasado militante ni del rol clave de la dimensión política para generar proyectos deseables para la sociedad.
Según publica el portal CUARTO, Farquharson expresó que “no soy un político vergonzante”, al tiempo que aseguró: “Entiendo a los compañeros de distintos partidos cuando tienen cierto pudor para reconocerse como tal porque las tropelías de muchos políticos hicieron que reconocerse militante resulte casi una hazaña. No es mi caso. Me resisto a ser víctima de esos malos políticos y sí quiero erradicarlos de la política que para mí siempre fue clave para diseñar objetivos que nos permitan construir los caminos que nos lleven a una sociedad mejor”, declaró el edil al citado medio.
Los hace tras las elecciones del pasado domingo en donde se impusieron –en la capital salteña– candidatos libertarios que demonizan a la política. “Toda una curiosidad. Los que dicen odiar a la política viven de ella desde hace años sin ponerse colorados”, señala, para luego agregar que comenzó a militar en la escuela secundaria y siguió en la universidad. En la primera década del siglo XXI se desempeñó durante un año como secretario de Lucha contra las Adicciones. En 2019 asumió como delegado provincial del INADI hasta el año 2023, cuando fue invitado por el entonces candidato a intendente Emiliano Durand a formar parte de una lista de concejales que lo acompañaría en su proyecto de ciudad.
Puesto a opinar sobre cómo procesa los resultados del pasado domingo en la capital, el concejal reelecto manifestó lo siguiente. “A nadie le gusta perder, pero uno asimila el mal trago y luego debe balancear. ¿Que creo yo? Que tenemos un intendente que tiene muy claro lo que quiere para la ciudad, que está muy enfocado en la gestión, que sabe de política y que en el municipio todos sienten que él tiene una fuerza increíble para conducir el proceso que lidera en la ciudad. En términos políticos, debemos hacer más política. No hay que enojarse con la gente por cómo voto, hay que ir al encuentro de la gente para explicarle mejor lo que pensamos, que nosotros no queremos entrar en una competencia sobre quien es más cruel para obtener un par de votos más. Nuestro desafío se construye desde la política y con un Estado presente que enfrente a la crueldad libertaria”, sentenció.
Ejemplifico el desafío con su experiencia en el INADI: “Una experiencia muy rica en Salta. Allí fuimos al encuentro de sectores muy heterogéneos, pero con un problema común que era el de sufrir la discriminación. Ese era nuestro punto de partida para articular trabajo, acordar acciones con distintas figuras, forjar vínculos duraderos y diseñar caminos comunes. Alguna vez alguien me dijo que desde el INADI estaba haciendo política, le respondí que sí, que estábamos haciendo la mejor política: la que permite mejorar las cosas y hacernos mejores a partir de la organización. Ahora hay que ir al encuentro también de sectores muy heterogéneos pero que tienen un problema común: no llegan a fin de mes producto de una política económica que acá defienden los referentes de Milei. Bueno, hay que ir al encuentro de esos sectores, acordar acciones, forjar vínculos duraderos y diseñar caminos. En esa tarea son imprescindibles los militantes de todos los partidos con lo que podremos discutir si el Estado debe trabajar más en esto o en aquello, pero que definitivamente creen en la necesidad de un Estado presente, que forme a ciudadanos, que les provea salud, educación y seguridad, y que también debe generar las condiciones para un desarrollo pleno”, concluyó.