Tras el pedido del fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gabriel González, es inminente que Ariel Gustavo Aramayo llegará a juicio. El Juzgado de Garantías 6 del distrito Centro deberá decidir cuándo será el debate oral y público donde se juzgará al policía retirado por el delito de delito de homicidio culposo por la conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo a motor, en perjuicio de Margarita Castillo. El siniestro vial ocurrió el 21 de mayo de 2024. Foto: INFORMATESALTA
“El que la chocó se llama Ariel Gustavo Aramayo, es policía retirado. Él trabaja en una fiambrería, fue a tirar los desperdicios de esa fiambrería”, decía Fernando Domínguez, hijo de Margarita, en una marcha pidiendo justicia. “Mi madre fue atropellada por una camioneta 4 x 4 que la pasó por encima. Lastimándole los órganos, el hígado, pulmones, riñones”, detallaba de forma descarnada el joven tras sufrir la pérdida de su madre.
En cuanto al autor de la tragedia, según el hijo, “es policía retirado. Él trabaja en una fiambrería, fue a tirar los desperdicios de esa fiambrería”, detalló el hijo de la víctima.
Por su parte Aramayo habría hecho unas desafortunadas declaraciones a la prensa de esa localidad, al asegurar que “la señora era sorda y no escuchó cuando arrancó la camioneta”; argumento que la familia desmintió.
Margarita fue asistida primero en la guardia del Hospital de Rosario de Lerma; después, alrededor de las 13:30, la trasladaron al Hospital San Bernardo en la ciudad de Salta, a 45 minutos de distancia, más la hora que tardaron en llegar al basural, el estado de la víctima iba a peor. Tras varias horas en la guardia, fue sometida a una cirugía pasadas las 3:30 de la madrugada. Tras una dolorosa agonía Margarita fallecía días después, el 29 de mayo.
La duda que queda y se dilucidará en el juicio es acerca del estado etílico de Aramayo. “Los que lo conocen al tipo dicen que siempre anda tomado, manejando a lo loco. Yo fui a ver a los testigos, ellos dicen que él salió así fuerte. No saben si no la vio. Escucharon los gritos y ayudaron a sacarla (…). Ellos tienen miedo de declarar y de contar”, dijo el hijo de Margarita en aquella marcha.
En el requerimiento a juicio se detalla la prueba producida durante la investigación, el fiscal González sostiene que Aramayo causó la muerte de Margarita Castillo por una conducta imprudente, imperita y peligrosa al realizar una maniobra de retroceso con su camioneta, sin corroborar la presencia de transeúntes en el sector trasero del vehículo, sobre todo teniendo en cuenta que no poseía sonido ni cámaras que advirtieran un obstáculo y que los vidrios estaban polarizados, disminuyendo la visibilidad.
