Como todos los años desde el Dolby Theatre la crema y nata de Hollywood desfila y se premia a ella misma con la entrega de los Premios Oscar, los más importantes de la cinematografía mundial pero no así prestigiosos. Pero la ceremonia número 97 de los galardones ha demostrado como ha ido perdiendo la magia con el correr de los años y lo cutre que se han vuelto las nominadas a “mejor película”. Foto: Myung J. Chun/Los Angeles Times
Indudablemente la entrega de los Oscars y la calidad de las películas nominadas, tanto como las ganadoras han visto un descenso en lo que hace a brillo, calidad, impacto emocional y por supuesto la magia se ha ido esfumando conforme pasaron los años. Allá lejos y hace tiempo quedaron las presentaciones impecables de un Billy Cristal encendido, que ofrecia un show imperdible en ceremonias de premios inolvidables.
Todo ello conforme pasaba el tiempo la caída del nivel fue tanto en el show como en las películas nominadas a mejores del año. Fue cuando se pasó de premiar a historias que nos hacían llorar y emocionar hasta la medula; a simples cliché, nihilismo y puros vacíos; hasta llegar a mostrar el dialogo entre dos piedras en esa aberración llamada “Todo, en todas partes, al mismo tiempo” en 2022.
Aunque hubo dos momentos épicos en lo que hace al absurdo estremecedor del que no hay vuelta atrás. Warren Beatty entregó el Oscar a Mejor Película a “La La Land” por error, cuando en realidad la mejor de ese nefasto año atravesado por la pandemia era para “Moonlight”, el inquietante drama de Barry Jenkins que consagró al gran Mahershala Ali. Y obvio el cachetazo más famoso de toda la historia ocurrió el 27 de marzo de 2022, cuando Will Smith subió al escenario y le dio una bofetada en la cara al cómico Chris Rock, por haberse burlado de la calvicie de su mujer.
…Y llegamos a la entrega 97
No había una película que partiera como favorita, se esperaba que estuviera entre Anora, El brutalista y Cónclave. Conan O’Brien fue el remplazo del ya gastado Jimmy Kimmel quien condujo el evento. Aunque las miradas siempre están puestas en la que llega con la mayor cantidad de nominadas y alguna que otra vez terminó arrasando (caso Ben-Hur o Titanic) Emilia Pérez era la más nominada, con 13 candidaturas pero terminaría siendo la gran decepción de la noche. No es la primera vez que eso pasa, le ocurrió a Bugsy en 1991, con 10 nominaciones.
La ganadora por Mejor película del año fue para Anora, Oscar que entregaron Meg Ryan y Billy Cristal, la pareja de Cuando Harry conoció a Sally. Mejor director también fue para Anora, el cual fue presentado por Quentin Tarantino, quien anunció al mejor director del año, que fue para Sean Baker.
Mejor actriz fue para Mikey Madison, también de Anora, galardón que entregó Emma Stone, ganadora de dos Oscars, a la mejor actriz, una de las distinciones más importantes de la noche.
El ganador al mejor actor fue presentado por Cilian Murphy, quien anunció a Adrien Brody, en lo que fue su segundo Oscar.
Penélope Cruz, con música de fondo del tango “Por una cabeza”, anunció al ganador al mejor filme internacional, que fue Aún estoy aquí, de Walter Salles para Brasil.
Momento emotivo fue el homenaje a Gene Hackman a cargo de Morgan Freeman. Cabe recordar que fueron compañeros de set en el western Unforgiven de 1992, ganador del Oscar. “Descansa en paz, amigo”, dijo antes de dar pie al clásico y emotivo segmento “In memoriam”. Allí se recordó a James Earl Jones, Teri Garr, Anouk Aimée, Donald Sutherland, Joan Plowright, entre otros notables fallecidos entre la edición anterior y la última.
Adam Sandler y su look en chándal rompió con el status quo con un estilismo completamente inesperado. El actor de ‘Criminales en el mar’ protagonizaba uno de los sketches más extraños de la ceremonia junto a Conan O’Brien, enfundado en un chándal con el que no evitó los comentarios del presentador: “Adam, ¿qué llevas puesto? Estás vestido como alguien que juega al póker online a las dos de la mañana”.