RUIDOS MOLESTOS DE MOTOCICLETAS: UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA EN SALTA

13

En la ciudad de Salta, Argentina, una práctica común entre algunos usuarios de motocicletas es modificar los caños de escape para generar ruidos estridentes. Esta costumbre, que parece tener como objetivo llamar la atención, está generando serios problemas de salud y bienestar en la población. Los efectos negativos van desde daños auditivos hasta alteraciones en el estado emocional de las personas, con un impacto especialmente grave en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Noche a noche un cretino surca las calles de Ciudad del Milagro en su desvencijada “motoneta” dando rienda suelta a su resentimiento y psicopatía sin que nadie pueda hacer nada para impedírselo; un grupo de desquiciados corren picadas pasadas las tres de la mañana en el tramo que va desde la rotonda del Parque Bicentenario hasta El Quirquincho, se trata de una recta de varios kilómetros con ondulaciones; un par de drogadictos se pasean de lunes a lunes por barrios Castañares y aledaños en horas de la madrugada.

Estos son solo tres casos que llegaron a esta redacción de quienes padecen esta auténtica pesadilla sonora y desean al menos dar a conocer la problemática que los acosa, ya que en todos los casos tienen a niños con TEA, Trastorno del Espectro Autista, en sus casas.

Sumarle a esta pesadilla la molestia del tránsito en Salta, más el ruido de los caños de escape modificados que hacen de esta ciudad un lugar absolutamente insalubre para vivir.

Los daños causados

La exposición prolongada a ruidos intensos puede causar pérdida auditiva irreversible. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los sonidos que superan los 85 decibelios (dB) pueden dañar el oído humano si la exposición es prolongada. Los caños de escape modificados en motocicletas pueden alcanzar niveles de ruido de 100 a 110 dB, similares al sonido de una motosierra o un concierto de rock. Esto no solo afecta a los conductores, sino también a peatones y residentes de zonas urbanas donde estas motocicletas circulan con frecuencia.

La exposición repetida a estos ruidos puede causar la pérdida auditiva gradual causando la destrucción de las células ciliadas del oído interno que es irreversible. Tambien los acúfenos (tinnitus) lo cual se traduce en zumbidos o pitidos constantes en los oídos que afectan la calidad de vida. Sin mencionar la hipersensibilidad al sonido, lo que causa molestia o dolor ante ruidos que antes se toleraban.

También causan alteraciones emocionales

El ruido excesivo no solo afecta la audición sino también la salud mental y el bienestar emocional. Estudios han demostrado que la contaminación acústica está relacionada con el estrés y la ansiedad. El ruido constante activa el sistema nervioso simpático, aumentando los niveles de cortisol, es decir la hormona del estrés.

Esto desencadena alteraciones del sueño, dificultad para conciliar el sueño o interrupciones durante la noche, lo que afecta la calidad de vida y el rendimiento diario.

Otro factor es la irritabilidad y agresividad. El ruido excesivo puede generar estados de irritabilidad y malestar en la población,

En ciudades como Salta, donde el tráfico de motocicletas es intenso, estos efectos se multiplican, afectando a miles de personas que conviven diariamente con este problema.

Impacto en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Los niños con TEA son especialmente vulnerables a los ruidos fuertes e imprevistos. Muchos de ellos tienen hipersensibilidad sensorial, lo que significa que los sonidos estridentes pueden causarles:

Crisis sensoriales: Reacciones de angustia, llanto o incluso autolesiones.

Ansiedad y miedo: Los ruidos fuertes pueden desencadenar episodios de ansiedad extrema.

Dificultad para concentrarse: El ruido interfiere en su capacidad para aprender y comunicarse.

Para las familias de niños con TEA, la contaminación acústica generada por las motocicletas con caños de escape modificados representa un desafío adicional en su día a día.

¿Qué se puede hacer?

Es urgente que las autoridades tomen medidas para regular este problema. Algunas acciones posibles incluyen:

  1. Control y fiscalización: Verificar que los caños de escape cumplan con las normas de emisión de ruido.
  2. Concientización: Campañas educativas sobre los daños que causan estos ruidos.
  3. Sanciones: Aplicar multas a quienes modifiquen sus motocicletas para generar ruidos excesivos.

La contaminación acústica es un problema de salud pública que no puede ignorarse. En Salta, es momento de actuar para proteger la audición, la salud mental y el bienestar de todos los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables.

Datos preocupantes

Según la OMS, más del 5% de la población mundial (aproximadamente 430 millones de personas) padece pérdida auditiva discapacitante, y la exposición al ruido es una de las principales causas evitables.

En Argentina, la Ley Nacional de Tránsito (Ley 24.449) establece que los vehículos no deben emitir ruidos que superen los niveles permitidos, pero su aplicación es irregular en muchas provincias.

Un estudio publicado en la revista Environmental Research (2020) encontró que la exposición crónica al ruido del tráfico aumenta el riesgo de trastornos de ansiedad y depresión en un 25%.