Desde diferentes sectores, no necesariamente opositores aunque algunos se pronunciaron, la intempestiva acción de la fiscalía de ciberdelitos que comanda Sofia Cornejo se vio puesta en tela de juicio por su accionar contra los tiktokeros de Estrada; lo que ha generado todo un debate en cuanto a la libertad de expresión y el manejo de la prensa, quien cada vez mas es adepta a usar redes sociales como recurso comunicacional.
Una vez un abogado del fuero penal local dedicado a la radiofonía salteña en sus tiempos libres, hizo una reflexión muy oportuna: “Los políticos salteños no tienen sentido del humor”. Lamentablemente al parecer en este punto del planeta, que en honor a la verdad y por más éxitos turísticos que se cosechen, Salta no es más que un pueblo con shopping. No tanto por aquello del regionalismo –la empana, el folclore y otras yerbas– sino más bien por eso de la amplitud mental y no solo con respecto a las ideologías, sino a las dinámicas comunicacionales en un mundo que está en pleno cambio de paradigmas.
Obvio que desde los sectores más afectos al kirchnerato rancio salieron a declamar acerca de la libre expresión y a condenar de inmediato al Ejecutivo Provincial, puntualmente a la figura del gobernador, quien cada vez está más alejado de los medios no tradicionales; y cuando aparece una noticia un poco sensible publicada por algún periodista free lance, la cosa se desmadra a tal punto que el clima en el Grand Bourg se enrarece de una forma alarmante.
Por supuesto que la hipocresía de ciertos políticos semi retirados con pasado “K” que reniegan en sus redes sociales con estos hechos que han tomado estado público desde que el MPF comenzó a investigar de oficio, para luego imputar a tres personas, es al menos menester recordarles los 20 años de persecución kirchenista desde medios comprados por el Estado o incluso los mismos periodistas que cobraban de la televisión pública para aniquilar al que seguía la línea opositora. Ejemplo de ello el infame “678” o incluso la persecución que se realizaba en centros académicos como la Facultad de Humanidades de Salta, atravesada por las feministas del pañuelo verde y cuanto idiota se comió el verso progre de Néstor K y Cristina F.
De todos modos llama la atención con la premura que la fiscalía se puso a investigar en pleno mes de enero a una trica de tiktokeros progres y no se ocupan de delitos mucho más graves como desapariciones de mujeres, un famosos doble femicidio sin resolver de 2011 que conmocionó al mundo y muchos otros delitos que esperan la celeridad con la que se está tratando al “Estrada gate”.
