CUÁL FUE EL PEOR ERROR QUE COMETIÓ STEVE JOBS

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Contrariamente a lo que todo el mundo da por aceptado, que el peor error que cometió el fundador de Apple fue contratar a John Sculley, quien lo hizo echar de su propia compañía un tiempo después. Pues no fue ese sino lo que relata en una entrevista con Robert Cringely.

Para el común de las personas la llegada de John Sculley a Apple traído por el propio Steve Jobs y que un tiempo después el ex CEO de Pepsi haya influido en la junta directiva de la compañía de la manzana y hayan terminado despidiendo a Jobs, fue el error más garrafal que haya cometido el gurú de la informática. Pero no es así, cometió otro peor. Los genios suelen equivocarse en más de una ocasión.

Durante una entrevista para una miniserie de PBS llamada “Triumph of the Nerds” y la cual estuvo perdida muchos años, el periodista Robert Cringely le pregunta acerca de IBM. Allí es cuando Steve reconoce el peor error de su carrera.

Corría 1984 y Apple presentaba al mercado –y al mundo– la Macintosh, con la idea básica de competir con IBM, quien se había introducido en el mercado de los ordenadores personales invadiendo la cuota de mercado de la Apple 2, producto con el que la compañía de Jobs había conquistado EE. UU. y convertido la humilde empresa nacida en un garaje a una de las compañías que cotizaba en bolsa en Wall Street.

Fueron cuatro años de trabajo a un ritmo frenético el que les imprimió Jobs a sus empleados para poder crear un producto sencillo, fácil de usar y sobre todo atractivo en su aspecto. Se contaron anécdotas inquietantes de las condiciones a las que eran sometidos los técnicos para crear el producto perfecto, lo que significó un desgaste enorme y una inversión en costos que pesarían más adelante a la hora de evaluar si había valido la pena lanzar al mercado semejante gasto tecnológico.

Obviamente que la Macintosh llevaba unos 10 años adelantada a sus competidores, incluyendo a la IBM PC, el feísimo producto que el gigante de la informática había lanzado a la venta un tiempo antes. Cegado por su ambición en su guerra con IBM descuidó un detalle no menor, que había mucha gente interesada en ayudarlos, obviamente que uno era Bill Gates.

Desde un principio la Macintosh corrió con ventaja ya que su sistema operativo tenía entorno gráfico y un código tan puro que hasta el día de hoy marca la diferencia desde sus teléfonos celulares; mientras que la PC de IBM solo contaba con el sistema operativo DOS, comprado  unos años antes a Microsoft.

La idea de Apple tampoco era original, de hecho copiaron descaradamente el sistema operativo de Xerox y lo adaptaron para la Macintosh aunque en honor a la verdad, la compañía de Palo alto sufrió un fracaso total cuando lanzaron una computadora de 18 mil dólares con ese entorno grafico de usuario.

De pronto y en medio de esa guerra entre Apple e IMB, este último apareció con un sistema operativo de entorno grafico que era idéntico al de la Mac, con ventanas flotantes y la utilización de un ratón. Era el “Windows”, de inmediato las ventas de IBM se emparejaron con las de Apple y en cuestión de meses la caída fue evidente.

Resultó que Steve se obsesionó de tal forma que jamás supo que su peor enemigo no era IBM sino un empleado suyo de gruesas gafas que reptaba por los pasillos haciendo de toda clase de preguntas. Él mismo había proveído de software a Apple unos años antes y que en poco tiempo se convertiría en el hombre más rico del mundo.

La historia afortunadamente termina bien para Jobs. Cuando Apple estuvo a 90 días de la quiebra los directivos desesperados llaman a Steve, quien en un giro dramático de los acontecimientos hace un trato con Gates.

El trato consistió en obtener un cheque por 150 millones de dólares de las arcas de Bill Gates para reflotar la compañía y quitarle al fundador de Microsoft el peso de las imputaciones por monopolio con las que el gobierno de EE. UU. lo tenía contra las cuerdas.

Al final Apple se termina convirtiendo al día de hoy en la compañía más valiosa del mundo, donde sus teléfonos celulares son los más requeridos del mercado y casi considerados objetos de culto; mientras Gates sigue siendo un hombre de fortunas enormes y en la actualidad un millonario que ayuda a los pobres del mundo mediante la fundación creada por su ex esposa.

¿La moraleja? Aprender de los peores errores puede convertir a alguien que lo ha perdido prácticamente todo en la persona que ha cambiado el mundo y nuestras vidas para siempre, mediante sus maravillosos productos que obviamente han hecho de la tecnología lo que es al día de hoy. De seguro todo lo que tenemos en nuestras manos y que utilizamos a diario casi de forma inconsciente se lo debemos a ese error.