¿NOS QUEDAREMOS SIN TRABAJO POR LA IRRUPCIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?

12

Desde la aparición del famoso algoritmo con el que los dueños de Google quisieron comercializar y nadie quiso; hasta el ChatGPT se han producido dos enormes revoluciones en el mundo gracias a la IA, la cual está logrando cosas impensadas que antes solo veíamos en películas de ciencia ficción o leíamos en distopias literarias. Foto: Shutterstock

Un día de 1995, quien escribe esta nota se encontraba cursando la carrera de Analista de Sistemas en el Carlos Pellegrini, por entonces el mejor nivel terciario en carreras informáticas; cuando el profesor Lera hizo la siguiente afirmación: “Jamás los programas podrán escribir programas”. Entiéndase programas para computadoras.

Pasaron 29 años desde que aquel docente, quien era además un respetado programador de códigos en el medio salteño, se equivocó ampulosamente. Hoy en día ChatGPT puede escribir códigos, incluso mejores que cualquier programador. ¿Asusta? la respuesta es mayor: espanta.

Como le apuntó a quien redacta la presente nota, un talentoso abogado y también periodista por pasión: “Al ver Terminator y Matrix sentí que se adelantaron en lo que hace a Inteligencia Artificial”. Obvio que predijeron el futuro que estamos viviendo hoy en día, ahora mismo, mientras estas palabras ya ingresaron desde su dispositivo al algoritmo de Google. Ergo, podría decirse que estas maravillosas ficciones del séptimo arte estrenadas en las décadas de 1990 dieron en el clavo.

De hecho, lo hizo mucho antes el escritor Philip K. Dick en 1968, con la maravillosa “Do androids dream of electric sheep?” o “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, que terminaría siendo llevada a la pantalla como una de las obras cumbres del cine de ciencia ficción: “Blade Runner” de 1982 del director Ridley Scott.

Pero volvamos a la realidad porque ya estamos superando a la ficción y estamos asistiendo a la gran revolución del Siglo XXI. Cuando la Inteligencia Artificial mediante un buscador que se ha convertido en una especie de Dios omnisciente, el cual forma parte de nuestras vidas y que comenzó con un simple algoritmo que dos estudiantes de matemáticas llamados Larry Page y Sergey Brin, lo ofrecieron a Altavista.

Lamentablemente para los directivos de aquel buscador no se les ocurrió mejor idea que rechazarlo. Entonces Page y Brin crearon Google. El algoritmo constaba de un “ranqueador” de búsquedas populares, esto daba la sensación de dar siempre con lo que el usuario deseaba. Este fue el comienzo de una grandiosa revolución y la génesis de una historia que luego terminaría en la segunda gran revolución: Chat GPT.

No es magia, es ciencia

Aunque suene contradictorio, los grandes aportantes del proyecto más un grupo de magnates de la informática, sean los responsables de haber contribuido a crear esta tecnología que asombra, es justo decir que quienes les hemos dado gratuitamente toda la información hemos sido nosotros mismos.

Día a día hemos alimentado las bases de datos no solo de Google, también de las redes sociales de gigantes como Facebook e Instagram, quienes son parte de Meta; así también el avance en el mundo de Twitter (hoy X); y hablando de redes sociales de videos aparecen Youtube (parte de Google) y sobre todo Tik-Tok, que es la que más usuarios tiene en el mundo.

Sin olvidarnos de los aportes de Microsoft y también de Apple, que con su visionario fundador, abrió la puerta del “Oasis”, si es que la referencia a la novela futurista de Ernest Cline, se permite y que es demasiado oportuna para esta nota.

¿Pero que es y cómo funciona este popular “chat” con el que todo el mundo está hablando y que puede responder como si se tratara de una persona de carne y hueso, que puede programar códigos, escribir un contrato de confidencialidad, confeccionar un poema, resolver un examen de medicina o redactar una carta dirigida a quien sea y en términos que asombran?

No es magia, es pura matemática. Ya va por su tercera versión, la 3.5, que cuenta con mejoras. Ha obtenido la friolera de 10 millones de usuarios activos por día, desde su aparición. Suena a “Skynet”, claro que sí. Es una monstruosidad que supera lo imaginado por James Cameron o las hermanas Wachowsky –Terminator y Matrix– e incluso lo planteado por Philip K. Dick.

¿Cómo funciona el ChatGPT?

Lo explica el ingeniero José Ignacio Gentile, más conocido como Nate Gentile, en su canal de Youtube, el cual cuenta con más de dos millones de suscriptores y está dedicado a la informática doméstica.

El experto aclara desde un principio que la base de todo esto es pura matemática. Aquí es donde sabemos desde la jerga de los programadores que las computadoras y la informática, siempre han basado sus acciones en ceros y unos. Así es que un sistema binario que existe desde que se crearon las primeras computadoras son los cimientos de todo este asunto.

Para esto es que aparecen los predictores de palabras, para luego pasar a formar cadenas de palabras, pero todo a partir de patrones de números que predicen un texto que no existe. El meollo de la cuestión reside en que está basado en redes neuronales lo que no es mas que un programa que está diseñado para hacer tareas.

Para ello cuenta con un “aprendizaje automático” que es la base de la red neuronal mientras va encontrando patrones. Por ejemplo, el experto cita al Deepfake, una aplicación que busca caras y las puede reemplazar por otras. Los ordenadores solo entienden de numeros; esos números interpretan datos; esos datos son las caras que busca y reemplaza donde nosotros le ordenemos.

Lo que sucede entonces es que las redes neuronales son capaces de aprender patrones. Cada vez que encuentra patrones de números que se repiten, los catalogan y esos patrones se llaman “token”.

Un token es una palabra y un grupo de palabras es lo que se conoce como “tokenización”. Se pueden poner marcadores en los tokens y hay marcadores comunes. Están ordenados en grandes cantidades, así es como capturan un “contexto”.

“Es como una nube tridimensional de datos”, explica el ingeniero en Sistemas, Nate Gentile. Hay palabras que están más cercanas que otras. Un token puede llegar a tener 300 marcadores. Así es como funciona el concepto de Embedding o incrustación.

Una embedding de palabras es una representación aprendida de un texto, donde las palabras que tienen el mismo significado tienen una representación similar. Lo que hace ChatGPT es recoger secuencias de varios tokens tomando frases con miles de marcadores para cada frase.

Pero lo realmente sorprendente es que ahí no acaba la cuestión, puede incluso “limpiar” esos patrones y tal como ejemplifica Gentile, “es como un pescado que se le quitan las escamas, las espinas y queda listo para servirse a la mesa”.

Esta tecnología toma términos genéricos como “en”, “el”, “la”, que pueden ser quitados de las frases. Esto se llama Lematización (Stemming en Ingles) y consiste en una técnica en la recuperación de datos en los sistemas de información (RDSI), esta técnica sirve para reducir variantes morfológicas de la formas de una palabra a raíces comunes o lexemas; con el fin de mejorar la habilidad de los motores de búsqueda para mejorar las consultas.

Todas las frases que elige GPT las extrae de sus sistemas de los Embedding. Por ellos es que sus respuestas están basados en lo que nosotros mismos le decimos; entonces no es recomendable brindarle datos personales. Y es por esto que este chat no redirige a un sitio web para buscar la información sino que la tiene ya depurada en sus Embedding.

Obviamente que allí no termina la historia. Hay magnates como Elon Musk y otros que han creado tecnologías similares, las que aportan a que estas simulaciones matemáticas de aprendizaje sigan creciendo. Tal como los aportes que han hecho a través de papers los miembros de un departamento especial de Google, quienes se encontraban desarrollando versiones betas de aplicaciones similares.

Así también directivos de Microsoft han aportado tecnología como los “Transformers” para que pasen, de ser versiones Beta a ser parte de las compañías que han creado a este monstruo llamado ChatGPT. Es decir y en términos más coloquiales la Inteligencia Artificial, la cual en menos tiempo del que creemos nos dejará sin trabajo y sin el aporte de creatividad, arte y otras habilidades que creíamos que solo era potestad de los seres humanos.