A PESAR DE LAS ALTÍSIMAS MULTAS LOS SALTEÑOS SIGUEN CONDUCIENDO EN ESTADO DE EBRIEDAD

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Casi a medio millón de pesos llegan las multas por alcoholemia, sin embargo se detectan cada fin de semana cifras que colocan a la provincia por encima de las métricas del 2022, que cerró con 153 en todo el año. El último fin de semana se infraccionó a 177 conductores detectados con el test de alcoholemia. Los dolorosos recordatorios de ebrios asesinos al volante como Jorge Omar Barrientos y María Belén Méndez García Zavaleta, quedaron en el olvido absoluto

El pésimo hábito de conducir en estado de ebriedad no disminuye ni siquiera ante la amenaza de tener que pagar cuantiosas multas que llegan casi al medio millón de pesos. Esto no discrimina ni siquiera el nivel social ya que cada fin de semana son detectados conductores con altos niveles de ingesta etílica.

Obvio que estas prácticas socialmente “aceptadas” en Salta terminan lamentablemente incrementando las posibilidades de producir siniestros viales, que de hecho se registró uno con consecuencias fatales, el cual tuvo lugar cerca del mediodía en el acceso norte a la ciudad, cuando un llamado al Sistema de Emergencias 911 alertó sobre la colisión entre dos automóviles, dejando un saldo trágico.

En uno de los vehículos viajaba únicamente el conductor, un hombre de 45 años, que perdió la vida debido a la gravedad de las lesiones sufridas, según consigna ARIES. En el otro vehículo, ocupado por cuatro personas, incluyendo dos menores de edad,  resultaron gravemente heridos.

El personal de bomberos trabajó arduamente para liberar a los atrapados en el vehículo, tras lo cual fueron trasladados, los mayores al Hospital San Bernardo y los menores al Materno Infantil,  para recibir atención médica. Este incidente elevó la cifra de víctimas fatales a 11 solo en noviembre, sumando un total de 157 en lo que va del año.

La Policía de la Provincia enfatizó en la importancia de cumplir con las normas de seguridad vial, incluyendo el uso del cinturón de seguridad, casco para motocicletas, respeto a la señalización y la ley de alcohol cero vigente en Salta.

No escarmentamos ni ante la muerte

El 19 de enero de 2014, la familia Jurado esperaba disfrutar de un asado en el camping de Campo Quijano, cuando un Fiat Uno conducido por el incalificable ebrio Jorge Omar Barrientos, quien estaba registraba una cantidad industrial de alcohol en sangre, perdió el control de su automóvil saltando por encima del alambrado perimetral y matando a Ana Belén Jurado, Juan Cruz Jurado y Sergio Rodrigo Tapia.

Tras una semana de agonizar, Mario Alejandro Liendro, uno de los ocupantes del vehículo que iba con Barrientos terminó falleciendo por las múltiples contusiones y gravísimas heridas.

Cabe recordar que Barrientos manejaba a 136 km por hora con 1,36 gramos de alcohol en sangre. El fiscal de la causa, Ramiro Ramos Osorio, dijo tras el juicio que lo condenó a 8 años de prisión efectiva: “La acción no fue una mera imprudencia. Si bien, como dijo Barrientos, no quiso matar a nadie, provocó una situación de peligro objetiva de una enorme envergadura”.

Barrientos obtuvo su libertad por buena conducta, a los 6 años de purgar su pena en Villa Las Rosas, algo insólito para las livianas leyes contra este tipo de delitos, donde por lo general estos asesinos al volante son condenados a penas de prisión condicional; tal como el caso de la borracha asesina María Belén Méndez García Zavaleta, quien atropelló a Diego Castro y lo mató de forma violentísima mientras colocaba un cartel en la entrada del local donde trabajaba.

Al final le dieron tres años de prisión condicional, 10 años de inhabilitación para conducir y 4 horas semanales de trabajo comunitario en la Fundación Hope, que ni siquiera realizó; fue la sentencia que le dieron los jueces de la Sala V.

Cabe recordar que tras la tragedia del camping de Campo Quijano, en Salta rige la ley de alcohol cero o “tolerancia cero” pero evidentemente los ebrios hacen caso omiso y ni siquiera la muerte propia o ajena los detiene.