TURISTAS FRANCESAS: ALERTA PEREJILES

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Con la liberación de Santos Clemente Vera preso desde 2016, el enigmático caso vuelve a tomar relevancia ya que Gustavo Lasi no pudo haber actuado solo. ¿Quiénes son los otros que participaron en las violaciones y los asesinatos? ¿Podría ser Lasi otro perejil? ¿Toma fuerza la hipótesis de la fiesta de los hijos del poder? ¿La Procuración General con tal de despegarse de semejante papelón saldrá a buscar nuevos perejiles?

Santos Clemente Vera, Daniel Vilte, Sergio Vargas, son hombres que estuvieron presos por crímenes que no cometieron. Los dos primeros acusados injustamente en el caso de las turistas francesas; el otro es Vargas, un humilde vendedor ambulante y albañil que fue encarcelado, enjuiciado y finalmente liberado, acusado de asesinar a Jimena Salas.

¿Qué tienen en común estos hombres? Son pobres. Son “desechables” para el sistema o al menos para la casta judicial salteña, que ha cometido la infamia de culpar a personas humildes para justificar la falta total de habilidad para resolver crímenes.

Uno de los condenados por el doble crimen de las turistas francesas cometido en 2011 en Salta, recuperó este lunes por la tarde la libertad. Fue luego de que la Justicia de Salta se basara en el fallo de la Corte Suprema nacional que la semana pasada dejó sin efecto la sentencia a prisión perpetua que se le había dictado en 2016.

Fueron siete años y diez meses en la cárcel, solo por la decisión de una sola persona: Luciano Martini, el desalmado juez de Garantías que decidió que él era más que el tribunal que liberó a Vera y Vilte. El otro caso que completa esta perversión es Daniel Vilte, quien estuvo tres años preso por la misma acusación y que incluso tuvo un intento de asesinato dentro de la prisión, cuando otro interno lo atacó con un arma blanca provocándole una seria herida en su rostro.

Mientras tanto Martini brindaba con Champange mientras relataba a sus amigos de la casta judicial como le había trabado embardo a la Dra. Sonia Escudero por haber osado a criticarlo en una columna de opinión en Aries, cuestión que con la liberación de Santos, le termina dando la razón a Escudero.

Tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) en el caso de Santos Clemente Vera donde revoca su condena, en segunda instancia, por el asesinato de las turistas francesas en el 2011, la defensa de Sonia Escudero solicitó al Tribunal de Juicio Sala 1 que archive la causa iniciada en su contra por el juez Luciano Martini, y sea sobreseída.

De no ser así, Escudero pide que en el juicio fijado para el 11 y 18 de marzo de 2024 se le permita el ingreso a los medios de comunicación, se graben todas las audiencias y se cumplan con todas las garantías, “porque lo que lo que tengo para decir es mucho”, dijo, y agregó: “Mis críticas no fueron a la ligera, fueron críticas sobre temas que yo estudié a fondo. Todas las pruebas que tengo apoyan todo y no hubo delito. Si no, llevaré este tema a la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, disparó Sonia ante otra aberración jurídica.

Perejiles se busca

Sin el ánimo de atemorizar a la ciudadanía pero con la firme convicción de evitar nuevas detenciones de personas inocentes, es de advertir que la Procuración va a querer anotarse nuevos porotos para llegar a demostrar que “ellos” son los grandes investigadores que resuelven “casos fríos”, como el de Jimena Salas por ejemplo, donde cayó Sergio Vargas en el primer juicio en una acusación ridícula.

El humilde vendedor ambulante pasaba por inmediaciones del barrio Buena vista cuando estaban acuchillando a la señora Salas. Fue suficiente para que apuntaran contra él, ya que aparecía en una de las cámaras de un patrullero que andaba por la zona. Vargas se comió dos años en Villa Las Rosas y al día de hoy los infames que lo mandaron al cadalso no le pidieron ni una disculpa; menos una indemnización porque cuando dictan sus perversos fallos lo hacen “absolviendo por la duda”. Así zafan de no tener que pagarles a los perejiles que eligen y que luego de un papelón cuando les toca un Marcelo Arancibia de defensor, no tienen que pagar las consecuencias.

A pesar de semejante falta de seriedad, compromiso y haber perdido el primer juicio, la nueva administración de la Procuración con el “sheriff” García Castiella a la cabeza, se preparan para ir a la guerra contra Marcelo Arancibia, cuando lleven a juicio al Chino Saavedra y sus hermanos, a quienes ordenaron darles una paliza infernal la noche que los detuvieron.

Dicen tener ADN del Chino a quien se le puede meter un hisopo en la boca a puñetazos y obtener la muestra, sin embargo aseguran que todo estuvo controlado y filmado, pero después de lo que la Justicia salteña le hizo a Santos Clemente Vera y a Sergio Vargas, es difícil creerles que son unas blancas palomas y que realmente dieron con el asesino de Jimena Salas.

Habrá que esperar hasta el nuevo juicio por el crimen de Jimena Salas; mientras el crimen de las turistas francesas puede llegar a ser una tentación para la Procuración y el hecho de resolver el caso que no deja dormir al poder desde 2011, pero hay un problema: esta vez los asesinos no son unos “negros pobres” a los que se puede culpar y después absolver por la duda; esta vez existe la probabilidad de que sean los hijos de la misma casta judicial los que mataron a Cassandre Bouvier y Houria Moumni.

Según deduce Jean-Charles Chatard, autor del libro: “Francesas, autopsia de un doble asesinato”, los verdaderos responsables deben tener conocimientos de Derecho ya que no se puede disimular dos asesinatos con toda la tecnología y los controles que existe actualmente.

Hoy en día el crimen perfecto está cada vez más lejos de su consecución. Sin embargo se puede zafar del largo brazo de ley teniendo los conocimientos de un abogado, contando con los contactos necesarios y por sobre todas las cosas para motorizar una empresa como esa –la de escapar de la Justicia– se necesita contar con los perejiles a quien culpar. En caso de ser amigo de la casta judicial es posible contar con todo ello. Dios nos libre.