¿Qué pasaría si un edificio como el de ´Infierno en torre´ fuera tomado por rehenes y no por las llamas”, se planteaba Roderick Thorp, quien luego tomando esta idea escribió “Nothing Lasts Forever”. En 1988 John McTiernan dirigía “Duro de matar” adaptada en esa obra, el cual fue un éxito inmediato, donde unos terroristas toman el edificio Nakatomi Plaza con 30 rehenes en una noche de Navidad
“Atención chicos, era noche de paz, nada se movía excepto los cuatro tontos entrando por detrás”, le dice el hacker Teo a su jefe Hans Gruber, interpretado por un magnifico Alan Rickman.
Aunque la estrella de la película es John McClane (Bruce Willis) un policía de Nueva York que visita la ciudad de Los Ángeles para reconciliarse con su exesposa, Holly Gennaro (Bonnie Bedelia), quien se encuentra en una fiesta de Navidad en el edificio Nakatomi Plaza, piso 30, propiedad de un japonés Joe Takagi.
El film resultó siendo un éxito inoxidable y un auténtico clásico que al día de hoy se sigue repitiendo en los canal de aire con un doblaje pésimo. Recaudó 140 millones de dólares en todo el mundo y tuvo una segunda parte Duro de matar 2 en 1990; Duro de matar 3: La venganza (1995); Duro de matar 4.0 (2007) y Duro de matar 5: Un buen día para morir (2013).