Creado por John DeLorean, su lanzamiento en los años 80 fue un fracaso que llevó a la quiebra a la compañía y a su propietario a juicio. Sin embargo solo dos años después del cierre de la fábrica la película “Volver al futuro” lo convirtió en una leyenda del cine y hoy en día en un objeto de culto. El nuevo prototipo será eléctrico y en el diseño está involucrado el experto Giorgetto Giugiaro, el mismo que diseñó el emblemático DCM-12.
Se podría jugar con las ideas y las palabras afirmando que el nuevo Delorean viene del futuro, y aunque así parece por sus líneas estilizadas y su diseño futurista, no existe un automóvil más “retro” que el DMC-12 creado por el empresario John DeLorean en 1981.
Este regreso glorioso viene acompañado de una tendencia que parece ser inevitable, no equipará un motor de combustión interna sino un impulsor eléctrico, con lo cual se espera que rivalice con productos de Tesla y con la novedosa Cyber-Truck de Elon Musk; aunque el mismo estudio de diseño contratado por John Delorean (fundador de la marca) a fines de los años 70 es el responsable del concepto que se halla actualmente en curso.
El nuevo prototipo se presentará el próximo 18 de agosto. Será en el marco del Concurso de Elegancia de Pebble Beach, uno de los festivales automovilísticos más importantes del mundo.
Diseñado por Italdesign, compañía que se asoció con Williams Advanced Engineering para desarrollar en conjunto la plataforma modular EVX. Con ella, el próximo auto eléctrico podría ofrecer una potencia de hasta 1300 caballos y una autonomía cercana a los 1000 kilómetros.
Un soñador, un automóvil futurista y una valija llena de cocaína
Marthy McFly y al profesor Emmeth Brown son los que quedaron inmortalizados en la historia de este icono de la cultura pop, pero detrás hay otra historia que se conoció después y que marcó el destino de su fundador.
A John Delorean de lo podría definir como un soñador o como alguien que planeó algo idílico, como lo fue la fabricación de su emblemático DMC-12. La realidad es que no tenía el suficiente dinero para llevar adelante semejante empresa y competir en el mercado automovilístico mundial, donde la competencia siempre fue feroz.
Pensado en EEUU, diseñado en Italia y fabricado entre 1981 y 1982 en Irlanda del Norte, porque los costos de fabricación eran más baratos en un país sitiado por la violencia ideológica, John Delorean se metió en una aventura financiera inviable.
El automóvil tenía fallas mecánicas y de diseño, de hecho hasta decían que las puertas de gaviota tenían problemas para abrirse. Ni siquiera la experiencia de su dueño de haber trabajado para General Motors podía salvar la compañía.
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De los 9 mil modelos del DMC-12 se vendieron muy pocos y la compañía no tenía ni siquiera la forma de pagarle a los empleados de la fábrica en Irlanda. Solo una “inyección” de efectivo podría salvarlos de la bancarrota por lo que una valija conteniendo 26 kilos de cocaína y 6.5 millones sería una solución alternativa pero muy peligrosa.
Sin saberlo que se dirigía a una trampa mortal cuando iba a un viaje de Nueva York a Los Ángeles se involucró en aquella apuesta que le costaría muy cara. Allí fue filmado por una cámara oculta y acusado por el FBI de tráfico de drogas. Fue el final de su carrera como empresario automovilístico. Solo unas semanas después, la compañía se declaró en quiebra y la planta de producción, ubicada en Irlanda, fue clausurada por el gobierno de dicho país.
En 1984, John DeLorean fue declarado inocente de todos los cargos imputados por el FBI, sin embargo, el daño a las finanzas y operaciones de la compañía ya estaba hecho por lo que el diseñador decidió alejarse de toda actividad en la industria automotriz.
Solo dos años después los guionistas de la película “Volver al futuro” tenían la idea de elegir como máquina del tiempo a una heladera, pero temieron que los niños que vieran el film intentaran encerrarse, por lo que se decidió que la forma de viajar por el tiempo fuera con un automóvil… Delorean.