Uno de los casos sin resolución más conmocionantes de los últimos años va a tener un nuevo capítulo. Mediante el dictado de la Resolución 1328, se anuncia la creación de una nueva Unidad Fiscal para intervenir en el Legajo de Investigación Nº 67/2019 de la UGAP (AP 49/2017 de la Sub comisaría Vaqueros). Jimena Salas fue asesinada brutalmente el 27 de enero de 2017, en su domicilio de Vaqueros y los autores jamas fueron llevados ante la justicia. Hubo un juicio con dos imputados que resultaron absueltos.

Después de que dos hombres que no tenían nada que ver con el hecho criminal en 2021 fueran juzgados, ahora la Procuración General ha decido reabrir el caso. Cabe recordar que en el único juicio que se llevó adelante por el bestial asesinato de la señora Salas, Sergio Horacio Vargas, fue acusado como partícipe secundario de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria; en tanto Nicolás Federico Cajal Gauffín, el viudo acusado por encubrimiento agravado. Ambos resultaron absueltos ya que las pruebas contra ellos no tenían el más mínimo peso.

Aunque en aquella oportunidad el juicio se realizó sin los imputados por el hecho directo, es decir que los probables autores materiales no estuvieron nunca frente al tribunal, con Vargas y Cajal solo señalados periféricamente al hecho; aquel juicio dejó algunos datos muy importantes, tales como que el asesino se hizo tomar la misma fotografía en la casa de una vecina, con el mismo modus operandi del perrito color gris.

Para los desmemoriados es importante recordarles que del teléfono de la víctima hallado en la ruta –destrozado– se pudo rescatar la imagen del asesino sosteniendo al perrito con pelaje color ceniza. Desafortunadamente no se visualiza el rostro. Pero esa prueba fue fundamental para encarar la primer línea de investigación, la “del robo que salió mal”. Pero ¿de cuál robo hablaba la fiscalía en ese momento? ya que no robaron nada. Ni siquiera se llevaron la notebook de la víctima.

La hipótesis que nadie investiga

El crimen no tiene móvil, no tiene motivos reales ni palpables para que alguien se haya ensañado así con la víctima y le haya asestado esa cantidad de cuchilladas. El o los asesinos se tomaron todo el tiempo para encerrar metódicamente a las hijas en el baño y asesinar de forma brutal a Jimena.

Cuatro días antes los autores del crimen anduvieron rondado por la zona y pasaron por una casa similar a la de Jimena Salas haciendo el mismo acting. Resultó que la propietaria de ese inmueble se encontraba de viaje, y una amiga junto a su madre le cuidaban la vivienda. Esto ocurrió en el momento en que los asesinos se presentaron con el ardid del perrito.

Este dato es tan importante que esas dos testigos pidieron a esta redacción no revelar sus identidades ya que los asesinos están sueltos. De todos modos en el juicio se conocieron estos datos en los interrogatorios que llevaron adelante la tropilla de fiscales que representaron al Ministerio Público en aquella ocasión.

Lo importante en este caso es plantearse el motivo y esto lleva a una escalofriante hipótesis que la fiscalía jamás tuvo en cuenta ¿habrán asesinado por error a Jimena Salas?

Los interrogantes

Ni siquiera se lo puede calificar como “femicidio” porque no está claro si se trató de un crimen por odio de género. El femicidio por definición es “matar por ser mujer” pero aquí no se sabe si los perpetradores ejecutaron un crimen por encargo; o bien algo sucedió cuando estaban tratando de ganarse la confianza de la víctima para entrar a robar, aunque no robaron nada y este es el dato que más dolores de cabeza causa.

El hecho de plantearse si se trató de un femicidio no es un capricho conceptual sino que abre nuevas posibilidades para una investigación que hasta la fecha no ha generado ni un solo atisbo de verdad en un caso que va “envejeciendo” y del que lamentablemente va quedando en el olvido.

¿Cuál fue el verdadero motivo del crimen? ¿Por qué el candado estaba colgado del portón permitiendo la entrada no forzada? ¿Por qué tanta saña? ¿Por qué no robaron nada? ¿Qué buscaban en la casa?

Esto conduce a la persona de Nicolás Federico Cajal Gauffín a quien le investigaron hasta el color de los calzoncillos y cuantas amantes tuvo, quienes de hecho fueron humilladas teniendo que ir a declarar durante el juicio. De eso no se pudo obtener absolutamente nada. Otras fantasías como el dato de la alarma fue una simple casualidad. Nadie desactivó o activó la alarma por capricho, se trató de una falla técnica corroborada por la empresa.

En tanto lo de Sergio Vargas no resiste análisis. Este desafortunado ciudadano estuvo en el lugar y momentos equivocados y lo pagó con dos años de cárcel. Una aberración que no tiene perdón de Dios y que sus abogados, Luciano Romano y Marcelo Arancibia, demostraron su inocencia sin cobrar un centavo ya que el hombre es un humilde vendedor ambulante.

Nuevo equipo

La nueva Unidad Fiscal estará integrada por la Sra. Fiscal Penal Especializada en Femicidios, Mónica Susana Poma, el Fiscal Penal de Graves Atentados a las Personas, Leandro Flores y el Fiscal Penal de Derechos Humanos, Gabriel Alejandro González, quienes deberán asumir de manera conjunta, con la colaboración de sus respectivos Auxiliares”, reza el comunicado.

Por su parte el Ministerio Publico anuncia en su sitio web que la Corte de Justicia de Salta dictó  el 5 de abril, sentencia desestimando la queja por recurso de inconstitucionalidad denegado en el proceso judicial hasta ahora llevado a cabo, agotando así de este modo la instancia recursiva por resultar el máximo tribunal de la Provincia.

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