La onceava jornada de audiencia que se sigue en el debate oral y público por el asesinato de Jimena Salas en el interior de su casa el 27 de enero de 2017, estuvo atravesada por un hecho en particular, y este fue la prueba “punto a punto” sobre el maletín del señor Nicolás Cajal, el cual fue sometido a un test odorológico con la intervención de los perros Chizzo de Aduana y Xina de la Policía Federal, más dos canes de nombre Chino y Etan
La prueba “punto a punto” que se exhibió en un video del Ministerio Publico Fiscal en la Sala de Grandes juicios parece ser otro de los anacronismos de la fiscalía por justificar una acusación que parece cada vez más alejada del horrendo hecho criminal que convoca al debate que finaliza el día 21 de mayo, y que tiene a Nicolás Cajal y Sergio Vargas con imputaciones absolutamente periféricas al asesinato de Jimena Salas.
Aquella tarde promediaban las 13:45 del 8 de noviembre de 2019 y eran convocados a la prueba en cuestión en la Escuela de Cadetes de la Provincia de Salta, “Comisario Inspector Elías Boleas”, en Avenida Housein Nº 2050, los tres representes del MPF y las defensas de Cajal y Vargas. Por entonces Marcelo Arancibia y Marcos Rubinovich aún no se había sumado como co-defensores.
Estuvieron presentes el subcomisario Sergio Costello, el subcomisario Pablo Costilla, el oficial principal Juan Sánchez, el oficial principal Pedro Añazgo, el perito Daniel Flores, el técnico Maximiliano Bermúdez (Criminalística del CIF) y el sargento ayudante Carlos Dagún. Además de los ya presentes, estuvieron también personal de la Policía Federal Argentina, el sargento Gerardo Corimayo, agente Tomas Morales y agente Gabriel Dávalos.
Ergo, los principales actores de este acto fueron la perrita de nombre Xina, un hermoso ejemplar labrador, pelaje canela; un perro que responde al nombre de Chizzo, un extraordinario ejemplar de raza American Stanford Atigrado. En tanto estuvieron presentes personal del AFIP, los señores Sergio Murua y Mario Rappa, a quien acompañaba un perro llamado Chino, de raza mestizo y color negro y otro perrito llamado Etan, este ultimo de raza Golden Retriever, pelaje color Dorado.
Punto a punto
Todo este solemne acto que al Estado provincial le acarrea un gasto enorme en recursos, tiempo y sueldos de estos expertos –quienes obviamente no trabajan ad honorem– llegaron a la conclusión de que el maletín que los perritos marcaron, tuvieron en algún momento divisas y drogas.
Ahora bien, el problema es que no se puede determinar según los expertos que declararon bajo juramento ante el tribunal colegiado, que las moléculas presentes en billetes –que podrían ser dólares– o drogas –que podrían ser marihuana o cocaína, o sabrá Dios que otro alcaloide, podrían haber estado presente allí–, datan de hace dos, tres o hasta cinco años atrás. Por lo que concluyentemente Nicolás Cajal podría haber guardado divisas o drogas en la maleta en cuestión pero solo “Magoya” sabe cuándo.
Por todo esto la prueba es absolutamente anacrónica en el sentido práctico de la palabra, ya que a estos nobles animalitos se los utiliza en estas pruebas denominadas punto a punto en las fronteras –entre países– para detectar sustancias estupefacientes o en casos federales donde se juzga a narcos de importante cuantía; y no en un caso de asesinato como el que se convoca en esta ocasión.
Es de un delirio tal todo este asunto de los perros que lo único que se determinó fue que de hecho, en el caso que Nicolás Cajal haya guardado un kilo de la coca más pura –de esos fardos que se ven en el film “Scarface” –de Brian De Palma– o un fajo de billetes americanos, podría haberlo hecho hace muchos años, sin necesariamente haber guardado esos elementos el día del crimen.
AFIP, la Federal y las moléculas
De lo dicho por los expertos lo que se concluye es que las moléculas activan el olfato del perro, lo que dispara una encima en el cerebro del animal y este reacciona ante tres maletas separadas por un metro de distancia (con dos “distractivas” que guardaban calzones y ropa usada de los policías) siendo la restante la del imputado.
Finalmente lo que quedó en las actas es el hecho de que la prueba identificada como DSRSAL201700119/54 tuvo sustancias narcóticas y divisas. Pero lo que le importa a la fiscalía, es decir el hecho de saber si el día 27 de enero de 2017 esas sustancias estuvieron allí no es concluyente ya que las moléculas pueden permanecer eternamente allí, en caso de que el maletín esté conservado en condiciones ideales de presión y temperatura, resguardado y sellado correctamente.
Casi una docena de elementos del control federal fueron citados para concluir y consignar una prueba que dista mucho del hecho criminal en cuestión y que en todo caso no se usa para un delito criminal como el que se está juzgando.